Un reciente estudio certifica que los usuarios esperan ser mejor atendidos de su relación con las empresas o instituciones a través de las redes sociales. Es decir, quieren ganar en atención al cliente. Por su parte, lo que más esperan las empresas de su relación con los usuarios a través de los canales de redes sociales es aumentar ventas, es decir, vender, pura y simplemente.
Se trata, una vez más, de la clásica ley de la polaridad en la relación masculino / femenino. Lo que esperan unos y lo que desean los otros. Como en las parejas, al rol femenino se le atribuye el deseo de ser atendido, escuchado y divertido («que me hagan reír») mientras que al rol masculino se le atribuye ese deseo de saltarse todo el ritual para ir directamente al grano.
En las redes sociales, el usuario es femenino y el perfil de las empresas, masculino. El usuario desea ser cortejado con artes de comunicación como paso previo a llegar al punto de la compra. Por su parte, la empresa, si quiere vender, tendrá que entrar en el juego de la seducción con sinceridad, perseverancia y proyectando un futuro a largo plazo, que es el fundamento teórico de las uniones de parejas.
¿Suena cursi en un entorno de redes sociales? Pues las redes sociales son eso, sociales, en su más amplia concepción.